Una nueva estrella, posiblemente la más brillante supernova en los registros de la historia humana, iluminó los cielos de la Tierra en el año 1006 DC.
La nube en expansión de restos de la explosión estelar, situada en la meridional constelación de Lupus, todavía ofrece un espectáculo de luces cósmicas en el espectro electromagnético.
De hecho, esta imagen compuesta incluye datos de rayos X en azul del observatorio Chandra, datos ópticos en tonos amarillentos, y datos de imagen en radio en rojo.
Actualmente conocida como el remanente de supernova SN 1006, la nube de desechos parece medir unos 60 años luz de ancho, y se cree que son los restos de una estrella enana blanca.
Parte de un sistema estelar binario, la compacta enana blanca fue capturando gradualmente material de su estrella acompañante.
El incremento de masa finalmente disparó una explosión termonuclear que destruyó la estrella enana.
Dado que la distancia al remanente de supernova es de unos 7000 años luz, esta explosión sucedió realmente 7000 años antes de que su luz llegase a la Tierra en 1006.
Ondas de choque en el remanente aceleran partículas a energias extremas y se piensa que son una de las fuentes de los misteriosos rayos cósmicos.